miércoles, 22 de agosto de 2012

Cibergrafía

•    http://www.verticecine.com/oceanos/
•    http://oceana.org/es/eu/que-hacemos/pesca-sostenible/descartes-y-capturas-accidentales/vision-general
•    http://www.nationalgeographic.es
•    http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/el-ocano
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/atun-rojo
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/10-cosas-que-puedes-hacer-para-salvar-los-ocanos
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/cuestiones-criticas-sobre-la-destruccion-del-habitat-marino/cuestiones-criticas-sobre-la-destruccion-del-habitat-marino
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/cuestiones-criticas-sobre-el-problemas-de-la-contaminacion-marina/cuestiones-criticas-sobre-el-problemas-de-la-contaminacion-marina
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/mundial-de-pescado-a-la-crisis-el-articulo
•    http://www.nationalgeographic.es/el-oceano/cuestiones-criticas-sobre-la-sobrepesca/cuestiones-criticas-sobre-la-sobrepesca
•    http://www.nationalgeographic.es/animales/invertebrados/coral

10 cosas que puedes hacer para salvar el oceano .


1. Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía.


Se pueden reducir los efectos del cambio climático en el océano dejando el coche en casa cuando puedas. Hay que ser consciente del consumo de energía en el hogar y el trabajo e intentar reducirlo. Cambiar a bombillas compactas de luz fluorescente o utilizar las escaleras son cosas simples por las que uno puede empezar.

Concepto de 3D ECO-bombilla ambiental
Ilustración por Zsolt Ercsei


2. Hacer compras seguras y sostenibles de pescado.


Poblaciones mundiales de peces se están agotando rápidamente debido a la demanda, la pérdida de su hábitat y las prácticas de pesca insostenibles. Al hacer la compra o salir a cenar, ayudar a reducir la demanda de estas especies sobreexplotadas escogiendo productos saludables y sostenibles.
 Fotografia de Ecologia verde.

3. Utilice menos productos de plástico.


Los plásticos que terminan como basura en el mar contribuyen a la destrucción de los hábitats y pueden provocar la muerte a miles de animales marinos cada año. Para limitar su impacto, podemos reutilizar las botellas de agua, guardar los alimentos en recipientes no desechables, utilizar bolsas de tela para transportar nuestras compras. En el fondo se trata de reciclar lo máximo posible.




Desde 1970, el Mobius es el logotipo universal de materiales reciclables
Ilustración por Liquid_2003


4. Ayudar a cuidar las playas.

Si te gusta el buceo, el surf, o relajarse en la playa, intentaremos dejar el lugar recogido una vez abandonemos la playa. Intentaremos también alentar a tantas personas como podamos a respetar el medio marino y haciéndoles partícipe de ello.

Ilustración por Trino


5. No comprar productos que se aprovechan de la Vida Marina.





Algunos productos contribuyen al daño de los frágiles arrecifes de coral y las poblaciones marinas. Evite comprar artículos tales como joyería de coral, accesorios de pelo hechos con conchas (a partir de las tortugas carey), y productos derivados del tiburón.

Mandíbulas de tiburón a la venta en un puesto. Pucusana, Perú.  
OCEANA / LX


6. Amigo del mar.

Acuario de Bernard Marcus
Intentar ir con cuidado con los alimentos prominentes del mar que le damos a nuestras mascotas. Leamos las etiquetas de los productos y consideremos la sostenibilidad de estos a la hora de comprarlos. Evitar comprar para un acuario los peces de agua salada capturados de su hábitat natural ni arrojar peces u otras                
especies marinas criadas en acuarios al mar, esta práctica puede introducir especies no autóctonas perjudiciales para el ecosistema existente.                                                   

7. Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el Mar.

Muchos institutos y organizaciones están luchando para proteger los hábitats marinos y la fauna marina. Encontrar una organización nacional y considerar la posibilidad de apoyo financiero o de voluntariado para el trabajo práctico o de promoción.


Ilustración por GreenPeace.


8. Influir un cambio en su comunidad.


Realice investigaciones acerca de la política oceánica de los funcionarios públicos antes de las elecciones o ponerse en contacto con sus representantes locales para hacerles saber que apoya los proyectos de conservación marina. Considere la posibilidad de restaurantes solidarios y tiendas de alimento que ofrecen sólo productos pesqueros sostenibles.
 Fotografia de Jesús Renedo.


9. Viajar por el mar responsablemente.

 Fotografia de Thomas P. Peschak
Si practica deportes como el kayak u otras actividades que se realicen en el agua, no tire nada por la borda y sea conscientes de la vida marina que habita en las aguas que le reodean. Si está planeando hacer un crucero para sus próximas vacaciones, elija la opción que sea más respetuosa con el medio ambiente.




10. Obtener información sobre los océanos y la vida marina.

Toda la vida en la Tierra está conectada con el océano y sus habitantes. Cuanto más informado esté acerca de los problemas a los que se enfrenta este sistema vital, más querrá ayudar a garantizar su protección e inspirará a otros a hacer lo mismo.  

Imagen de Tais

OCEANOS, mas que un documental.


Esta es la aventura más grande filmada en las profundidades del mar. 


OCÉANOS es una monumental producción de ocho años de trabajo, de los que cuatro han sido de rodaje. Filmada por todo el planeta con las más innovadoras técnicas de grabación, utilizadas por primera vez en un documental, entre las que destaca la creación de una serie de cámaras especialmente adaptadas para la grabación oceánica introducidas en soportes hidrodinámicos de novedoso diseño preparados para seguir a la misma velocidad a rápidas especies marinas como delfines y atunes. Con más de 50 millones de euros de presupuesto, OCÉANOS no es sólo la producción documental más cara de la historia del cine, sino una fascinante obra que proporciona un nuevo enfoque del océano y sus criaturas, adentrándose en su inmensidad, que alcanza lugares donde el hombre nunca ha llegado anteriormente.

Cartel original.
Fotografia de Océanos production.


Océanos, la pelicula: Trailer.




La crisis mundial de la pesca


La sobrepezca.


Empujada por el mercado de Sushi de Japón, la demanda mundial de la suculenta carne de atún ha llevado al borde del colapso a las poblaciones de una especie cuya presencia era extremadamente abundante.
Fotografía de Jose Luis Roca / AFP / Getty Images

El exterminio del atún rojo es un símbolo de los graves problemas de las pesquerías en la actualidad: el enorme aumento de la capacidad para matar de las nuevas tecnologías pesqueras, la turbia red internacional de empresas que obtienen enormes beneficios con este comercio, la negligencia en la gestión de las pesquerías y en el cumplimiento de las leyes, y la indiferencia de los consumidores respecto al futuro de los peces que consumen.

Una crisis mundial.


Condenado por una red agallera, este tiburón zorro del golfo de California, México, es uno de los 40 millones de tiburones que, según las estimaciones, mueren cada año por sus aletas, sumándose...
Fotografía de Brian Skerry

Los océanos del planeta son sólo una sombra de lo que una vez fueron. Con algunas excepciones, como la excelente gestión de las pesquerías de Alaska, Islandia y Nueva Zelanda, el número de ejemplares en los mares es sólo una fracción de lo que eran hace un siglo. Los biólogos marinos coinciden todos en que, en la mayoría de los casos, hay demasiados barcos para tan pocos peces.
Las especies más populares, como el bacalao, han caído en picado desde el Mar del Norte hasta el banco Georges, frente a las costas de Nueva Inglaterra. En el Mediterráneo, 12 especie de tiburones se han extinguido desde el punto de vista comercial, y el pez espada, que debería alcanzar el grosor de un poste telefónico, se captura cuando aún es alevín y se come con un grosor inferior al de un bate de béisbol.
Con muchas aguas del hemisferio Norte agotadas, las flotas comerciales se han dirigido al sur, sobreexplotando caladeros que antaño eran abundantes. Frente a las costas de África occidental, las pocas reguladas flotas locales y extranjeras están agotando las reservas de las aguas productivas de la plataforma continental, privando de su principal fuente de proteínas a las familias de los pescadores que practican la pesca de subsistencia en Senegal, Ghana, Angola y otros países. En Asia, se han esquilmado tanto las aguas del golfo de Tailandia y del mar de Java, que sus reservas están a punto de desaparecer.

¿Qué nos prepara el futuro?

En los últimos 55 años, a medida que la pesca de todas las especies ha tenido rendimientos cada vez menores, el hombre ha empezado a comprender que los océanos que antes creíamos infinitamente inmensos y ricos son en realidad muy vulnerables y sensibles.
Si añadimos la sobrepesca a la contaminación, el cambio climático, la destrucción de hábitats y la acidificación, nos encontramos con un sistema en crisis.
Muchos científicos afirman que la mayoría de las poblaciones piscícolas podría reponerse con una gestión más activa de la pesca, una mejor aplicación de la legislación que regula las capturas y un mayor uso de la acuicultura. Y en muchas regiones, hay motivos para la esperanza.
Sin embargo, estas iniciativas se ven frenada por la pesca ilegal y la explotación insostenible todavía abunda en la industria gracias a un público que se ha acostumbrado a disponer de abundante pescado y marisco, y que se muestra indiferente ante la grave situación de los océanos.

Ilustración de Mr. Joel Barker

Destrucción del hábitat marino


La contaminación, la tala de árboles, los dragados, el vaciado de pantanos y las urbanizaciones 
costerasson los factores que provocan la destrucción de los hábitat marinos. 
Fotografía de Tyrone Turner


La destrucción del hábitat marino tiene lugar cuando se ponen en peligro o se eliminan las condiciones necesarias para la supervivencia de la fauna y flora.
La mayoría de las regiones de los océanos del mundo están sufriendo pérdida de hábitat, principalmente las zonas costeras, debido a su cercanía a los centros de población humana, lo que afecta a la biodiversidad de todo el océano. Estas zonas fundamentales (los estuarios, los pantanos y las marismas) ejercen de terrenos para la reproducción o de «semilleros» para casi todas las especies marinas.

Causas de la pérdida del  hábitat océanico:

Fotografia de Charlie Riedel.
 
 
Los seres humanos y la Madre Naturaleza comparten la culpa en la destrucción del hábitat oceánico, pero no a partes iguales.
Los huracanes, tifones, tormentas fuertes, tsunamis y otros fenómenos similares han provocado enormes trastornos en los ciclos de vida de las plantas y animales oceánicos. Sin embargo, las actividades humanas tienen un efecto significativamente mayor y mucho más duradero:

  • Los pantanos son dragados y utilizados para alojar construcciones residenciales, industriales y agrícolas. 
  • Las ciudades, las fábricas y las explotaciones agrícolas provocan residuos, contaminación y vertidos químicos que pueden causar estragos en los arrecifes, la vegetación marina, las aves y los peces.  
  • Los diques del interior reducen el flujo natural de nutrientes, cortan las rutas migratorias de los peces y frenan los cursos de agua dulce, por lo que aumenta la salinidad de las aguas costeras. 
  • La deforestación lejos de la costa crea erosión y hace que se desplacen y se depositen limos en las aguas someras, lo cual puede bloquear la luz del sol que necesitan los arrecifes para desarrollarse.  
  • Las técnicas de pesca destructivas, como la pesca de arrastre y la utilización de dinamita y veneno destruyen los hábitat tanto cercanos a las costas, como en mar abierto.
  • El turismo provoca que millones de navegantes y submarinistas estén en contacto directo con los frágiles ecosistemas de los pantanos y los arrecifes.
  • Los buques portacontenedores y los buques cisterna pueden dañar el hábitat con sus cascos y anclas. Los vertidos de crudo y otras sustancias matan a miles de aves y peces y dejan tras de sí un entorno tóxico que puede perdurar durante años.
Cambio climático.

Fotografia de MAria Stenzel.


Sin embargo, quizá el agente más devastador de todos es el cambio climático.

Los científicos todavía están tratando de entender las consecuencias que el excesivo dióxido de carbono en la atmósfera y el rápido calentamiento de la Tierra están teniendo en los ecosistemas. Pero existen abundantes pruebas que indican que los océanos son los más castigados por estos cambios.


En el aumento de temperatura, son principalmente los océanos los que absorben el calor adicional. Incluso pequeños cambios de temperatura pueden tener importantes efectos sobre los ciclos de vida de los animales marinos, desde los corales hasta las ballenas.  Además, causan un excesivo derretimiento de los casquetes y glaciares, provocando una aumentación del nivel del mar.


Los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, causados fundamentalmente por la quema de combustible fósil, son absorbidos por los océanos, donde el gas se disuelve en ácido carbónico. La elevada acidez merma la capacidad de los animales marinos, incluido el numeroso plancton, para crear conchas, lo que afecta a la vida oceánica.

Cambios en los mares

Se están realizando continuos esfuerzos para proteger el hábitat oceánico, como la creación de gigantescos santuarios marinos donde las construcciones quedan restringidas y se prohíbe la pesca. La creación de legislaciones que prohíben el vertido de aguas residuales y productos químicos en el océano y de políticas que fomentan la administración de pantanos está teniendo un efecto positivo. Aunque los científicos están de acuerdo en que son necesarias medidas drásticas para evitar las crisis oceánicas creadas por el cambio climático.

El atun rojo


Thunnus thynnus, uno de los animales más grandiosos e impresionantes del océano.
National Geographic Channel

No hay pez más extraordinario en todos los océanos del mundo que el atún rojo. Puede alcanzar los 3,7 metros de longitud y un peso de 680 kilos, y puede vivir hasta los 30 años. En el pasado, millones de atunes rojos migraban a través de la cuenca del Atlántico y del mar Mediterráneo, y su carne era tan importante para los pueblos de la antigüedad que pintaron su imagen en las cuevas y la inmortalizaron en sus monedas.

El atún rojo posee otro extraordinario atributo, la causa de su perdición: Su ventresca, veteada con abundantes capas de grasa, se considera una de las mejores del mundo para preparar sushi. A lo largo de la última década, una flota dotada de la más avanzada tecnología y guiada a menudo por aviones de detección, ha perseguido al atún rojo de un extremo a otro del Mediterráneo, capturando cada año decenas de miles de ejemplares, muchos de ellos de forma ilegal. Los atunes rojos son engordados en jaulas a lo largo de la costa antes de matarlos a tiros y despiezarlos para abastecer a los mercados de sushi y ventresca de Japón, América y Europa.

Se han capturado tantos ejemplares de atún rojo en el Mediterráneo que su población está en peligro de desaparecer. Entre tanto, las autoridades europeas y del norte de África han hecho poco por poner fin a esta matanza.

Arrecifes de Corales en peligro


Fotografía cortesía de The Coral Kingdom Collection/NOAA 

Los organismos coralinos, llamados pólipos, son autosuficientes, aunque están asociados íntimamente a las comunidades calizas espectacularmente variadas que construyen y que se conocen como arrecifes.

Los arrecifes comienzan a formarse cuando un pólipo se ancla a una roca del lecho marino y a continuación se divide, en miles de clones. La estructura calcárea de los pólipos conecta a estos entre sí, creando una colonia que funciona como un organismo individual. A medida que las colonias van creciendo a lo largo de miles de años, se agrupan con otras colonias para formar arrecifes. Algunos de los arrecifes de coral existentes hoy en el planeta comenzaron a formarse hace más de 50 millones de años...

Los pólipos coralinos son en realidad animales translúcidos. Los espectaculares tonos de color de los arrecifes provienen de los miles de millones de algas que albergan. Cuando se sienten estresados por factores como la contaminación o el cambio de la temperatura del agua, los corales expulsan a las algas que los rodean, provocando el blanqueamiento del coral, que puede acabar por matar la colonia si el estrés no se reduce.

Los arrecifes de coral rebosan de vida: aunque ocupan menos del uno por ciento de la superficie oceánica, dan cobijo a casi el 25 por ciento de las criaturas marinas existentes. Sin embargo, su existencia está amenazada por numerosos factores, principalmente humanos (como la contaminación, la sedimentación o el calentamiento global), que podrían hacer desaparecer el 30 por ciento de los actuales arrecifes en los próximos 30 años.