La contaminación, la tala de árboles, los dragados, el vaciado de pantanos y las urbanizaciones
costerasson los factores que provocan la destrucción de los hábitat marinos.
Fotografía de Tyrone Turner
La destrucción del hábitat marino tiene lugar cuando se ponen en peligro o se eliminan las condiciones necesarias para la supervivencia de la fauna y flora.
La mayoría de las regiones de los océanos del mundo están sufriendo pérdida de hábitat, principalmente las zonas costeras, debido a su cercanía a los centros de población humana, lo que afecta a la biodiversidad de todo el océano. Estas zonas fundamentales (los estuarios, los pantanos y las marismas) ejercen de terrenos para la reproducción o de «semilleros» para casi todas las especies marinas.
Causas de la pérdida del hábitat océanico:
Fotografia de Charlie Riedel.
Los huracanes, tifones, tormentas fuertes, tsunamis y otros fenómenos similares han provocado enormes trastornos en los ciclos de vida de las plantas y animales oceánicos. Sin embargo, las actividades humanas tienen un efecto significativamente mayor y mucho más duradero:
- Los pantanos son dragados y utilizados para alojar construcciones residenciales, industriales y agrícolas.
- Las ciudades, las fábricas y las explotaciones agrícolas provocan residuos, contaminación y vertidos químicos que pueden causar estragos en los arrecifes, la vegetación marina, las aves y los peces.
- Los diques del interior reducen el flujo natural de nutrientes, cortan las rutas migratorias de los peces y frenan los cursos de agua dulce, por lo que aumenta la salinidad de las aguas costeras.
- La deforestación lejos de la costa crea erosión y hace que se desplacen y se depositen limos en las aguas someras, lo cual puede bloquear la luz del sol que necesitan los arrecifes para desarrollarse.
- Las técnicas de pesca destructivas, como la pesca de arrastre y la utilización de dinamita y veneno destruyen los hábitat tanto cercanos a las costas, como en mar abierto.
- El turismo provoca que millones de navegantes y submarinistas estén en contacto directo con los frágiles ecosistemas de los pantanos y los arrecifes.
- Los buques portacontenedores y los buques cisterna pueden dañar el hábitat con sus cascos y anclas. Los vertidos de crudo y otras sustancias matan a miles de aves y peces y dejan tras de sí un entorno tóxico que puede perdurar durante años.
Fotografia de MAria Stenzel.
Sin
embargo, quizá el agente más devastador de todos es el cambio climático.
Los
científicos todavía están tratando de entender las consecuencias que el
excesivo dióxido de carbono en la atmósfera y el rápido calentamiento de la
Tierra están teniendo en los ecosistemas. Pero existen abundantes pruebas que
indican que los océanos son los más castigados por estos cambios.
En el
aumento de temperatura, son principalmente los océanos los que absorben el
calor adicional. Incluso pequeños cambios de temperatura pueden tener
importantes efectos sobre los ciclos de vida de los animales marinos, desde los
corales hasta las ballenas. Además, causan un excesivo derretimiento de
los casquetes y glaciares, provocando una aumentación del nivel del mar.
Los altos
niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, causados fundamentalmente por la
quema de combustible fósil, son absorbidos por los océanos, donde el gas se
disuelve en ácido carbónico. La elevada acidez merma la capacidad de los
animales marinos, incluido el numeroso plancton, para crear conchas, lo que
afecta a la vida oceánica.
Cambios en los mares
Se están
realizando continuos esfuerzos para proteger el hábitat oceánico, como la
creación de gigantescos santuarios marinos donde las construcciones quedan
restringidas y se prohíbe la pesca. La creación de legislaciones que prohíben
el vertido de aguas residuales y productos químicos en el océano y de políticas
que fomentan la administración de pantanos está teniendo un efecto positivo.
Aunque los científicos están de acuerdo en que son necesarias medidas drásticas
para evitar las crisis oceánicas creadas por el cambio climático.
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